Por qué beber poca agua puede hacerte engordar

El agua ni engorda ni adelgaza porque no tiene calorías. Pero beber poca agua te puede hacer engordar por diversos motivos: en ocasiones cuando sientes hambre es en realidad sed, por otra parte, si antes y durante las comidas bebemos agua, nos sentiremos saciados antes y comeremos menos. Es decir, de forma indirecta, beber agua sí puede ayudarte a perder algún kilo.
¿Por qué es importante beber agua?
El agua representa alrededor de dos tercios de nuestro peso corporal. Y por ello es fundamental hidratarse todos los días y especialmente en las épocas de calor. El agua ayuda a regular y mantener la temperatura corporal, es la encargada de transportar los nutrientes a las células, elimina los desechos a través de la orina, la transpiración y las evacuaciones (evitando el estreñimiento), lubrica y amortigua las articulaciones… En definitiva, su papel para el funcionamiento del organismo es esencial. Beber agua también es importante para la piel, ya que ayuda, junto a las cremas, a conservar su hidratación y elasticidad, para que tenga un tacto suave y un aspecto jugoso, luminoso y más joven.
¿Cuánta agua necesitamos al día?
La cantidad depende de cada persona, de la edad, el estado de salud, la actividad física y la temperatura ambiental. En términos generales, un adulto debería tomar entre 2 y 3 litros diarios de agua. Además de beber agua, también hay alimentos que aportan agua, sobre todo las frutas, verduras y hortalizas. Es importante hidratarse antes de sentir sed. Igual que cuidas tu alimentación o practicas deportes, es necesario beber agua de forma habitual para el buen funcionamiento del organismo y también para evitar la deshidratación.
Mención especial requieren los niños que pueden deshidratarse más fácilmente, en verano o cuando están enfermos. Es importante ofrecerles agua a menudo para evitar que se deshidraten.
Síntomas de la deshidratación
La sed es ya un síntoma leve de deshidratación. A partir de ahí otros síntomas que alertan son la disminución de la sudoración, la sequedad en la boca y en los labios, la disminución en la producción de orina y su color (si es amarilla u oscura, no estás tomando la cantidad de líquidos que necesitas), sequedad en la piel y pérdida de elasticidad… Otros síntomas más graves son los mareos o desmayos, el shock e incluso el daño en órganos internos como riñones, hígado o cerebro.

Trucos para beber la suficiente agua
- – Ten agua siempre cerca: cuando estás trabajando o estudiando, cuando vas a caminar o hacer deporte… Tener a mano el agua te ayudará a hidratarte de forma más constante.
- – Bebe agua siempre después de tomar café. Conseguirás hacer frente a la deshidratación que el café suele producir. Además el café contiene oxalatos, antioxidantes dañinos que el agua ayudará a eliminar más rápidamente.
- – Añade sabor al agua: rodajas de limón o naranja, unas hojas de menta, un poco de pepino, canela, romero, jengibre… Si el agua sola te resulta insípida, añádele alguna fruta y/o especia para que te resulte más apetecible.
- – Utiliza una aplicación para motivarte a beber agua. Igual que cuentas los pasos a lo largo del día, hay aplicaciones que llevan la cuenta de los vasos de agua que bebes al día.
- – Toma un vaso de agua antes de la comida. Estarás creando un hábito y de paso reducirás la sensación de hambre, ayudándote así a controlar el peso. Si bebes durante la comida y al final de ella, ya habrás consumido al menos 2 vasos.
- – Cuando sientas hambre entre horas, antes de comer, bebe un vaso de agua.
- – Toma alimentos ricos en agua. La sandía, la piña, el melón, el pepino, el tomate, los espárragos o la naranja son algunos de los alimentos que contienen más agua.
Escrito por: Rocío Escalante