Relájate y equilibra tu karma

Parece que el verano ha terminado definitivamente chicas. No hay que tener miedo a pronunciar esta frase en alto ni mucho menos agobiarse en cuanto escuchamos la frase: “vuelta a la rutina”

Cuando terminan todas las vacaciones y todos los planes que teníamos planeados,  muchos de ellos ya no recordamos ni haberlos disfrutado y rezaríamos por volver a la guardería para tener unos días de adaptación antes de empezar realmente “las clases”. Pero en la vida adulta, la vuelta a la rutina nos cae como un jarro de agua fría.

He aquí el post de hoy, controlemos la ansiedad que nos produce la vuelta y no descuidemos nunca el disfrutar de las pequeñas cosas, aquí se encuentran la mayoría de las veces, las grandes oportunidades de la vida.

Y qué mejor momento hablando de esto que introducir la tercera ley de Newton: “Causa y efecto” o lo que es lo mismo chicas, todo cuanto hacemos tiene sus consecuencias. Hablemos aquí entonces del karma, el resultado de algo que hemos hecho anteriormente. 

Volver a nuestro día a día después del ritmo de las vacaciones y los días veraniegos, tiene mucho que ver con nuestro karma, encontrar el equilibrio de una misma para volver a enfrentarse a la vorágine de nuestra rutina.

Yo siempre me planteo la vuelta a la rutina por fases y quiero compartir estas fases con vosotras porque aterrizar planeando siempre será mejor que hacerlo de cabeza.

  1. Tomad conciencia de vuestra realidad siendo objetivas pero también realistas con vosotras mismas. Algo que está muy en boca de todos hoy en día son los ejercicios para controlar nuestra ansiedad, personalmente creo que vivir el día a día centrándonos en nuestro presente sin pretender controlar más allá, es una buena forma de frenar la ansiedad y dista mucho de ejercicios o interminables charlas anti-ansiedad que campan por doquier.

    Una de las leyes esenciales del budismo reza: da y recibirás, siembra y recogerás. Si nos preparamos para el momento, recibiremos el momento de una manera muy distinta a si nos coge por sorpresa.
  2. Tomaos un tiempo todos los días antes de empezar el día. En serio, no hace falta hacerlo y prepararlo todo en 5 minutos. Antes de empezar cualquier actividad, tómate tu tiempo, sé consciente de lo que vas a hacer, no aterrices en picado, vete planeando.
  3. El poder de los pequeños descansos. Si hay algo que he aprendido en todo este tiempo es que nada es tan urgente y nadie es tan imprescindible como nos enseñan a pensar. Creo que la clave no está en echar una siesta larguísima después de haber trabajado 8 horas, creo que la clave está en ir descansando y aceptando con pequeños descansos esas 8 horas de jornada. Deja que corra el aire entre una cosa que acabas y otra que empiezas.
  4. Dale caprichos a tu cuerpo que no dejan de ser chutes de energía extra para tu cabeza. Encuentra momentos a la semana para dejar descansar a tu cuerpo, deja que te den masajes, deja que te apliquen tratamientos descargantes… si puedes permitirtelo, ¿por qué no?
    Unos de los males de esta era son los dolores cervicales y lumbares, fruto de las que pasan horas sentadas frente a un ordenador o de pie en un mostrador. Nuestros tratamientos relajantes son perfectos para conseguir ese momento de descompresión que necesita nuestro cuerpo, con dos modalidades: 40 y 60 minutos de bienestar físico y mental.
    Aunque el masaje craneal no se queda corto si padeces además de problemas cervicales, cefaleas de repetición y cargazón en el cuello.
  5. La quinta fase es para mí la más importante, la he titulado: No tengas miedo a darle al off. Los aparatos electrónicos nos acompañan durante todo el día, si queremos incluso por la noche y eso en la mayoría de los casos me parece un error. El detox digital es real y tiene que existir. Desconéctate, tiene que haber un momento al día que sea solo para ti, el que estés solo contigo misma. Pruébalo, no te arrepentirás.

Cerramos nuestro post de hoy, recomendando dos tratamientos que creemos esenciales para descargar lo que soportamos cada día, que además, nos aportan a nivel físico pero también mental. Mientras estés en nuestras manos estarás conectando contigo.

Nuestro tratamiento para equilibrar cuerpo y mente y el quiromasaje. Ambas concebidas como sesiones de relajación total y absoluta, especialmente indicadas para personas que padecen tensión y el citado estrés.

Como despedida, recurrimos una vez más a la ley budista, en concreto la ley de la paciencia, y es que todo, todo en la vida tiene un tiempo de evolución, intentar atrasar o adelantarlo, es en vano. Por lo que, respira, lo que puedas controlar lo controlarás, y lo que no, déjalo fluir.

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