La sequedad de la piel cuando regresa el frío

Ha llegado el otoño y, sin darnos cuenta, estaremos pronto en el invierno. Con estas estaciones vienen las lluvias, la nieve y, por supuesto, las bajas temperaturas. O lo que es lo mismo: ha llegado oficialmente el frío chicas.

Hoy dedicaremos este post a hablar del frío y de los efectos que tiene en nuestra piel. Porque, ¿os habéis preguntado alguna vez qué efecto tiene sobre nuestra piel el frío?

El frío actúa de maneras muy diversas dependiendo del tipo de piel que tengamos. Sobra decir que las pieles más sensibles son las que más sufren en estas estaciones. Pero lo que sí es común a todo tipo de piel es la contracción de los vasos capilares a causa del frío. Esto provoca que no llegue el suficiente oxígeno ni los nutrientes necesarios para alimentar nuestra piel. Aunque  todo no son malas noticias, la retracción no solo se produce en los vasos sino también en los tejidos, por lo que el frío, salvando las distancias, reduce las arrugas, minimiza los poros, el acné e incluso mejora las manchas en la piel.

El viento es otro agente que agrede la piel, favoreciendo la descamación y el resecamiento. Y no olvidemos los contrastes de temperatura continuos entre salir a la calle y hacer frío y entrar en casa y tener la calefacción puesta. 

La gran clave de lucir una buena piel tanto en verano como en invierno es la hidratación. Cuando nuestra piel sufre por el clima y por los cambios bruscos de temperatura de interior y exterior, activa todas sus defensas para funcionar correctamente. Por lo que, ya sé que me repito pero es importante, es nuestra tarea reforzar la barrera protectora de la piel en estas estaciones.

En concreto, las partes de nuestro cuerpo que más padecen el frío son aquellas que no solemos llevar cubiertas, como las manos y la cara. Aquí os dejo tres consejos interesantes para cuidarlas:

  1. Cuando llegue el frío, cambia tu crema de día por una que sea más nutritiva. Más rica que la que usabas meses atrás, con más activos hidratantes y reparadores. Para la cara, nosotras te recomendamos esta mascarilla hidratante: Moisture Mask de la casa Eve Lom. Te ayuda a restaurar los niveles de agua de la piel y mejora su aspecto dejándola más hidratada y luminosa.
  2. Como las manos serán lo que más se te reseque debido a la falta de glándulas sebáceas, protégelas con más cuidado que en cualquier otra estación. Utiliza una crema efecto barrera, que proteja de los agentes externos y que reduzca la aparición de grietas. Y atención, los párpados, es otra zona que puede sufrir irritaciones y picores por el frío, no los subestimes. El laboratorio Bioderma, posee en su catálogo Atoderm Intensive Eye, específicamente formulado para tus párpados. Calma, repara y desmaquilla en una misma fórmula.

 Tu cuerpo es tu santuario. Aunque el cuerpo no estará tan expuesto a los agentes externos como en el verano o en la primavera, debes de prestar especial atención a la hidratación de la piel. No cometáis el error de dejar de aplicaros la loción hidratante tras el baño por pensar que no estáis expuestas al sol o al aire como cuando váis en falda o en pantalón corto. La piel del cuerpo tiene que mantener un equilibrio durante todo el año. La marca Malin+Goetz presenta una gama de productos que ofrecen una hidratación duradera y completa. Su Vitamin B5 en loción para el cuerpo es la prueba fehaciente de ello o nuestro aceite corporal de naranja y hierbas de la casa Meraki (es una auténtica joya). Formulado en su totalidad por ingredientes orgánicos, puedes utilizarlo tras el baño, para aplicar en tu cuerpo, para las puntas del pelo e, incluso, es un aftershave estupendo.

En definitiva, con la llegada del frío, no olvidéis hidrataros la piel y no descuidéis nunca ni las manos ni vuestros pies. Mucho agua y ropa de algodón siempre que podáis.

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