Hoy quiero hablaros de un tema que me gusta especialmente, la limpieza facial. Sí, esa rutina que según las mujeres coreanas además de mágica, debería tener hasta 10 pasos. Qué locura, ¿no? Pues seguid leyendo que vienen curvas.

Todas hemos interiorizado ya a estas alturas de la película lo imprescindible que resulta para nuestra piel quitarnos el maquillaje antes de irnos a dormir. Bien es sabido que la base de una piel de aspecto terso y sano debe su luminosidad a la constancia de una buena higiene y por supuesto, como siempre, al hecho de no exponernos al sol sin una protección solar alta.

Durante todos estos años, hemos leído en innumerables publicaciones el uso de productos para llevar a cabo nuestra limpieza facial. Seguro que estáis pensando en los limpiadores formulados específicamente para retirar maquillaje o quizá en los conocidos tónicos. Casi siempre aplicados en la mañana al despertarnos y cuando termina el día para irnos a descansar o cuando sabemos que ya nos quedan pocas horas antes de ir a la cama. 

Pues bien chicas, atentas, ha llegado el momento de introducir otro paso más en nuestra rutina de limpieza facial. Limpieza que hoy conoceréis como: Doble limpieza facial.

Para empezar con esta rutina lo primero es conocer la piel. Olvidaos de experimentos y de pensar que si le funciona a mi amiga, a mí también. Descartado. Cada tipo de piel exige un cuidado específico y aunque hay categorías de sobra conocidas como pieles mixtas, grasas… la piel de cada una es un mundo.

Esta doble limpieza, que también se recomienda hacer de mañana y de noche, tiene dos fases y por consiguiente implica dos tipos de productos distintos:

1. La primera fase, tiene como principal característica que el producto en cuestión tenga una textura oleosa. El aceite es ideal para eliminar los residuos que se acumulan durante el día, como maquillaje, sebo…etc. Aquí la casa Eve Lom, tiene una maravilla de producto: Cleanser. Un bálsamo desmaquillante que se ha convertido en uno de mis favoritos. El laboratorio Malin+Goetz, ha sabido modernizar el significado de la cosmética tradicional y nos ofrece su Facial Cleansing Oil, un aceite de limpieza profundo que mezcla aguacate, oliva y uva. Un consejo: Cuando apliques un producto de textura oleosa, aprovecha para dedicarte unos minutos y aplícalo con un suave masaje.
2. La segunda fase, en cambio, tiene como protagonistas a productos con textura acuosa. Te sonarán las aguas micelares, los geles o las mousses. Es la guinda del pastel porque con él nos aseguramos de eliminar las impurezas que puedan quedar, además de todas las células muertas que hayan quedado por ahí. Este tipo de productos regulan el exceso de grasa que podamos tener en la piel. El laboratorio Medik8, tiene su Surface Radiance Cleanse, uno de sus productos estrella, sin ir más lejos, el limpiador más vendido de su marca. Y por supuesto, la casa Bioderma, tiene su famosísimo Sensibio Gel Moussant, que con nosotras, lo encontrarás como pack doble. Sobra decir que cualquiera que lo prueba repite.