Descripción
Protocolo de limpieza facial adaptada a cada tipo de piel y sus necesidades. El objetivo de nuestra limpieza facial es purificar y desintoxicar la piel, liberándola de las toxinas e impurezas que se acumulan y que obstruyen los poros. La limpieza profesional nos permite lucir una piel más limpia y luminosa. Como en todos los tratamientos, lo primero que hacemos es un diagnóstico para ver cómo está la piel. A partir de allí, elegimos los productos adecuados a cada tipo de piel y sus necesidades.
El protocolo incluye la doble limpieza, tonificación, peeling de arrastre o no (si la piel es muy sensible, utilizamos Osmoclean de Esthederm), extracción (que puede durar entre 5 y 20 minutos, según el estado de cada piel), masaje con aceite (adaptado también al tipo de piel) por rostro, cuello, escote y cervicales, y mascarilla purificante, calmante, hidratante… según necesidades. Acabamos aplicando el sérum, la crema, el contorno de ojos y la protección solar.
La limpieza facial es el primer paso imprescindible para cuidar la piel y conseguir que esté sana y bonita. Es necesario limpiar la piel a diario en casa, mañana y noche. Pero, además, es importante realizar una limpieza profesional de vez en cuando porque así se consigue una higiene más profunda, limpiando los poros, eliminando toxinas y oxigenando la piel.
Resultados
- Piel limpia y oxigenada.
- Eliminación de los puntos negros.
- Mayor luminosidad.
Te interesa si...
- A todas las pieles cada 2-3 meses, para mantener la piel limpia y sana.
- Especialmente si tienes la piel mixta y grasa, con poros dilatados y puntos negros.
- Tu piel ha perdido la luminosidad, y tiene un tono apagado o cetrino.
- Estás estresada.
- Antes de un evento importante donde quieres brillar.