RECUPERA LA SUAVIDAD DE TU CABELLO TRAS EL CHAMPÚ

Los productos para el cuidado capilar nos permiten mejorar la salud y aspecto del cabello, mejorar la textura, la porosidad, el brillo, controlar el sebo… y esto generalmente lo pretendemos hacer con el champú. El champú suele ser el epicentro de nuestro tratamiento, el producto de nuestra rutina capilar al que le damos mucha importancia, pero hay que tener en cuenta que es uno de los productos que menos tiempo está en contacto con nuestro pelo y cuero cabelludo; por supuesto, son imprescindibles, el agua sola no limpia el cabello, PERO no son suficientes.

¿Qué hace el champú entonces? El champú limpia.

aplica acondicionadores y/o mascarillas tras el lavado

Hidratan la fibra capilar.
Aportan nutrientes necesarios que se arrastran con el champú.
Devuelven elasticidad y brillo al cabello.

Con el lavado, se elimina parte del sebo que recubre nuestras cutículas, por lo que después de esta acción será el momento de aplicar los acondicionadores y mascarillas capilares para devolverle al cabello los nutrientes que necesita para estar sano y bonito. Si quieres una rutina capilar completa y efectiva no deben faltar en tus lavados.

Las diferencias entre acondicionadores y mascarillas son principalmente su poder nutritivo y su densidad. Las mascarillas son más densas y concentradas, contienen menos agua en su composición, lo que se traduce en que son más densas y con mayor acción emoliente.
El tiempo de exposición de un acondicionador suele ser menor que el de una mascarilla y son perfectos para esos días que vamos con más prisa.
Los dos productos hay que dejarlos actuar en el cabello, si el tiempo de contacto es mínimo, su acción en el cabello será igual: mínima.
Tanto los acondicionadores como mascarillas capilares se aplican en pelo escurrido para que penetren en la fibra capilar.

Existen diferentes productos y texturas para hidratar y nutrir el cabello: acondicionadores o bálsamos, mascarillas, cremas de peinado, aceites…